Por qué no debes mojar cables conectados a la corriente: riesgos y soluciones prácticas

¿Sabías que el contacto simultáneo de agua y electricidad es responsable de gran parte de los accidentes domésticos relacionados con energía? Mojar un cable conectado a la corriente puede parecer inofensivo, pero las consecuencias van desde un choque eléctrico hasta un incendio.

Por qué el agua convierte un cable en un peligro inmediato

El agua, especialmente si contiene sales o minerales, mejora la conductividad eléctrica. Cuando un cable con aislamiento dañado se moja, la corriente puede encontrar un camino inesperado a tierra o a una persona.

Consejo práctico: si ves un cable mojado, no lo toques. Apaga la alimentación desde el interruptor principal o el tablero antes de manipularlo o desenchufarlo. Usa guantes secos de goma o una herramienta con mango aislado si necesitas moverlo y no puedes cortar la electricidad desde el panel.

Escenarios diarios donde este riesgo pasa desapercibido

Algunos ejemplos cotidianos: cargar el móvil junto al lavabo, usar una alargadora en el jardín durante la lluvia, aspirar un charco sin desconectar el cable, o dejar una regadera cerca de enchufes exteriores.

Consejo práctico: coloca cargadores y regletas al menos a 1 metro de fuentes de agua. Si trabajas en el jardín o en la cocina, usa enchufes con protección diferencial (RCD/GFCI) y cables con clasificación para exterior. Un ejemplo: cambió el hábito de dejar el teléfono al borde del fregadero por colocarlo en una repisa alta y seca.

Qué sucede con tus aparatos cuando se mojan los cables

Mojar un cable no solo pone en riesgo a las personas, también daña los equipos. La humedad puede provocar cortocircuitos internos, quemar componentes electrónicos y acelerar la corrosión de conectores, dejando dispositivos inservibles.

Consejo práctico: si un cable o enchufe se ha mojado, desconecta la alimentación antes de desenchufarlo, deja que se seque completamente (24-48 horas en un lugar ventilado) y sustituye cualquier cable con aislamiento agrietado. No vuelvas a usar un cable dañado aunque funcione tras secarse; reemplázalo.

Qué hacer si alguien recibe una descarga por un cable mojado

Si una persona está en contacto con un cable mojado y recibe una descarga, lo primero es cortar la fuente de energía sin tocar a la víctima. Si no puedes apagar el suministro, intenta separar con un objeto no conductor (madera seca, plástico) manteniéndote seco y a una distancia segura.

Consejo práctico: llama a emergencias de inmediato si la persona pierde el conocimiento, tiene quemaduras visibles o convulsiona. Mientras llegan los servicios, verifica la respiración y pulso; si es necesario y sabes cómo, inicia reanimación cardiopulmonar. No intentes mover a la víctima innecesariamente.

Medidas preventivas simples y productos que realmente ayudan

La prevención evita más problemas que cualquier reparación. Instalar interruptores diferenciales (RCD/GFCI) en cocina, baño y exteriores reduce drásticamente el riesgo de muerte por electrocución. Para exteriores, usa cables con clasificación IP adecuada y tomas con tapa estanca.

Consejo práctico: revisa periódicamente el estado de los cables y enchufes. Sustituye regletas antiguas por modelos con protección contra sobretensión, instala protectores de grado IP para zonas húmedas y enseña a tu familia a mantener aparatos eléctricos alejados de agua. Prueba el RCD cada mes con su botón de test para asegurarte de que funciona.

Pequeños cambios en el día a día que evitan grandes accidentes

No se trata solo de equipos caros, sino de hábitos: secar manos antes de tocar enchufes, no tender cables sobre zonas donde se trabaja con agua, y guardar alargadores y extensiones dentro de cajas impermeables en garajes y terrazas.

Consejo práctico: cuando limpies el suelo con agua, desconecta aspiradoras y herramientas eléctricas y espera a que el área esté totalmente seca antes de volver a enchufar. Si tienes dudas sobre una instalación eléctrica que frecuentemente se moja, contrata a un electricista para agregar protecciones o elevar tomas a zonas secas.

Mojar cables conectados a la corriente es un riesgo claro y evitable. Con medidas sencillas —apagar la corriente, usar protección diferencial, cambiar hábitos y reemplazar cables dañados— puedes reducir a cero la probabilidad de que un descuido termine en tragedia o en la pérdida de tus dispositivos.