Por qué no usar aceite de cocina para apagar un fuego

¿Te ha pasado prender la estufa y que un sartén lleno de aceite se encienda de repente? La verdad, no me lo esperaba la primera vez que me pasó.

Hace unos años cocinaba tranquilemente. Puse aceite, me distraje con el teléfono y al volver vi llamas pequeñas sobre el aceite. Pensé: "tapo, soplo, tiro agua". Fue un momento de pánico que terminó con el susto de la vida y la cocina con humo. ¿Te suena familiar?

¿Por qué usar aceite de cocina para apagar un fuego es una mala idea?

Primero, el aceite no apaga el fuego: lo alimenta. Cuando hay una llama sobre aceite caliente, el calor puede vaporizarlo o salpicarlo. ¿Qué ocurre entonces? Se expanden gotas en llamas y el fuego se propaga.

Además, muchos aceites de cocina tienen puntos de inflamación altos. Eso significa que una chispa o una salpicadura puede encender más aceite fuera del recipiente original. No es una duda teórica; es práctico y peligroso.

La palabra clave aquí: usar aceite de cocina para apagar un fuego. No funciona y aumenta el riesgo de quemaduras y de incendio doméstico serio.

Qué hacer inmediatamente si se enciende un sartén con aceite

Respira hondo. El pánico hace que tomemos decisiones peores.

Si la llama es pequeña y controlable:

- Apaga la fuente de calor (la hornilla).

- Cubre el sartén con una tapa metálica o una bandeja plana para cortar el oxígeno.

- Mantén distancia y no intentes mover el recipiente. Moverlo puede derramar aceite en llamas.

Métodos seguros y que funcionan

No uses agua. Nunca eches agua sobre aceite en llamas. El agua se hunde y se vaporiza instantáneamente, causando explosiones de vapor y dispersando gotas de aceite encendido.

Usa bicarbonato o sal para pequeñas llamas si no tienes tapa. Ambos pueden ayudar a sofocar llamas muy pequeñas, pero necesitas bastante cantidad.

Un extintor clase K (o un extintor multiuso en casas) es ideal. Si tienes el de cocina, úsalo siguiendo las instrucciones: apunta a la base de la llama y mantén distancia.

Errores comunes que debes evitar

1) Echar alcohol o líquidos inflamables para intentar "apagar" el fuego. Eso es multiplicar el problema.

2) Lanzar agua. Lo repetimos porque es el error más frecuente y peligroso.

3) Intentar trasladar el sartén a la pileta o fuera de la casa. En movimiento, el aceite puede derramarse y expandir el incendio.

Ejemplos prácticos que me han contado

Un amigo cubrió un sartén con una tapa y dejó que se enfriara; la llama se extinguió sola. Luego ventiló la casa y limpió con cuidado.

Otra persona volcó agua por instinto y provocó una pequeña explosión de fuego que quemó la campana extractora. Tuvo suerte de no sufrir quemaduras mayores.

¿Ves la diferencia? La reacción calmada y la tapa son aliadas. El agua, el alcohol o intentar mover todo son resultado del pánico.

Prevención: lo que sí puedes hacer para evitar el riesgo

No dejes el aceite calentándose sin supervisión. ¿Suena obvio? Lo es, pero pasa todo el tiempo.

Controla la temperatura; si ves humo, apaga la hornilla. El humo es la señal de que el aceite está cerca de su punto de inflamación.

Mantén una tapa a mano y un extintor en buen estado. Y si cocinas con mucha frecuencia, aprende a usar el extintor con calma antes del susto.

Aprender que no debes usar aceite de cocina para apagar un fuego no es teoría: es sentido común con experiencia detrás. Evitar el desastre depende de pequeñas decisiones en segundos.

¿Te ha pasado también? Si no, comparte este artículo con alguien que cocina sin mirar el reloj. A veces salvar la casa es tan simple como apagar la hornilla y cubrir la olla.

Al final, la lección es clara: el aceite en la cocina no es extinguible con más aceite ni con agua. Mantén la calma, corta la fuente de calor y usa una tapa, bicarbonato o un extintor. Esa combinación salva cocinas y evita historias que nadie quiere contar.